martes, 20 de mayo de 2008

Matar.

Los mato siempre: los oculto y depues los acabo, y nadie los ve.

Los ahogo en todo momento en cada vaso, cada trago y los quemo, incinero, se calcinan en la cazoleta con cada inspirar de mi alma. ¿Y que se ve? Sólo un poco de humo y una que otra estupidez producto del mareo.

Solución Contra Solución.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una linda emancipación de la Química (léase en estilo Ana Patricia).
Come back to Blogspot, you little dwarf!